Si bien los antiguos egipcios no conocían el número Pi o el número de Oro Fi, elementos tan especiales para las matemáticas contemporáneas. Sus conocimiento de los números no era tan primitivo como creen algunos escépticos. Observando la majestuosidad de su obra: Las Pirámides, y considerando que las construcciones modernas podrían vivir tan solo unos cientos de años sin los mantenimientos que el hombre debe realizarles con frecuencia, comprenderemos que tenían un conocimiento de astronomía, resistencia de materiales, geometría y agrimensura mucho más avanzados de los que algunos todavia sostienen.
Con medios limitados y un desconocido manejo de los números, aquella cultura, consiguió erigir monumentos en piedra que aun perduran hasta nuestros días, esculpiendo la piedra como si fuera mantequilla, erigiendo bloques de mil toneladas como si se tratase de papel.
Conocían los secretos del cielo, elaboraron una cosmología y levantaron panteones religiosos anacrónicos para su tiempo. Dicen que de ese antiguo Imperio está todo estudiado, entendido y clasificado; que los misterios no existen y que son invención de ilusos anti científicos sin base académica y manipuladores de evidencias. En todos los libros de texto se afirma que las pirámides son tumbas y que los tanques de granito de su interior son sarcófagos. Pese a lo rotundo de esta afirmación, jamás se ha encontrado, en ninguna de las 108 pirámides censadas en Egipto, restos de faraón alguno. Incluso las descubiertas recientemente, con los sellos intactos, sin posibilidad alguna de haber sido violadas, estaban vacías No existe en ellas la más mínima referencia de restos humanos mortuorios. Y la duda en torno a que las pirámides sean mausoleos se amplía al saber que muchos faraones se hicieron construir varias pirámides.
0 comentarios: